domingo, 5 de diciembre de 2010

CUENTO.

LA LIEBRE Y LA TORTUGA

Una liebre se encontró un día con una tortuga que subía lentamente por la falda de una montaña.
Al verla, se acercó a toda velocidad hacia ella y paro en frente, suyo. ¡Vaya manera de caminar! ¡Si ni siquiera parece que te movieras! –se burló la liebre, con aire de suficiencia.
Yo de ti no me reiría –contesta la tortuga, con tranquilidad – si quieres apostamos una carrera hasta ese estanque de pasto – añadió, desafiante.-estas completamente loca  -exclamo la liebre, estallando en carcajadas.-nunca podrías ganarme –y para que todo sea legal, nombraremos al zorro como juez de la carrera –propuso la tortuga. –como quieras.-como quieras contesto la liebre, sin parar de reír –mandaron entonces a buscar al zorro, que era un experto en estas clases de asuntos. El preparo todo para la carrera y dio el comienzo. La liebre arranco a toda velocidad y en pocos segundos se perdió de vista. La tortuga sin dejarse impresionar, avanzo con paso normal.
Luego de avanzar un buen tramo y en cuanto diviso la meta en lo alto de la montaña, la liebre dio la carrera por ganada y no le dio importancia. Tan segura estaba de ser la triunfadora que  se dijo: “un poco de sueño no me caerá mal” y se hecho a dormir. La tortuga, entre tanto, se mantuvo firme y constante su paso. Cuando la liebre despertó y se dispuso acorrer hasta la meta, ya la tortuga había llegado y el zorro la declaraba ganadora, en medio de los aplausosde la multitud de los animales que se habían reunido para ver el final de la carrera.
-          Te dormiste le dijo el zorro a la liebre, al verla consternada y todavía sin salir de su asombro.






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